"Hoy nuestro barco reposa en medio del océano, sin un solo soplido de viento. La falta de horizontes es el dolor más profundo. La nada. Pero el viento fuerte soplará otra vez y será bueno que nos encuentre con las velas desplegadas para aprovechar al máximo su energía de cambio", comenta Alicia Pizarro Domínguez en su columna para Estrategia y Negocio, edición abril 2020.