Expandiendo Fronteras: El Voluntariado «Conversar para Transformar» se Encuentra con la Comunidad Eureka
El pasado 24 de noviembre, la comunidad Eureka, el alumni de Newfield Consulting, fue el escenario de un encuentro profundo y reflexivo con el voluntariado «Conversar para Transformar». La sesión, que contó con una alta participación, sirvió para compartir los logros, desafíos y aprendizajes de este proyecto que lleva cinco años llevando el coaching ontológico a contextos de vulnerabilidad, redefiniendo los límites del acompañamiento profesional.
Un Propósito que Trasciende la Pandemia
Lisette Hernández, Directora del voluntariado, y Joaquín Escudero, Coordinador de Eureka!, compartieron el origen y la evolución de «Conversar para Transformar»:
- Nacimiento en la contingencia: El proyecto surgió en 2020, durante la pandemia, como un espacio para ofrecer conversaciones gratuitas y acompañamiento a personas en situación de aislamiento.
- Evolución a la Alianza Estratégica: Tras la pandemia, el foco se movió del individuo a la organización. Actualmente, el voluntariado trabaja directamente con fundaciones sin fines de lucro en distintos países y ámbitos, generando alianzas para ofrecer procesos de coaching a beneficiarios y equipos internos.
- Al día de hoy, ell equipo de voluntarios, que cuenta con 130 coaches activos, ha realizado más de 700 sesiones en alrededor de 10 fundaciones con distintos perfiles.
Lecciones de la Frontera: Más allá de la Estructura
El encuentro reveló aprendizajes clave que nacen al trabajar con alta vulnerabilidad, como enfermos terminales o personas con discapacidad:
- Poner el Resultado al servicio del coachee: Los coaches descubren que, a menudo, la ética no está en buscar la gran transformación, sino en «hacer, simplemente lo que la coachee necesita que ser escuchado, acompañado y sostenida con mucho amor» (Verónica Pandelo, coordinadora con la fundación Mujeres por un lazo). La transformación exige «flexibilizar la estructura» aprendida y fluir con la vida misma.
- Transformación Mutua: El éxito en estos procesos se vuelve bidireccional. El coachee no solo avanza, sino que «demuestra al coach sus propias limitaciones y le permite verse como un eterno aprendiz» (Nahum Islas, voluntario).
- Aprender a gestionar la contingencia: Las situaciones complejas obligan a flexibilizar al máximo la práctica. Marcela Patricia Espino, parte del equipo de coordinación, compartió: «ese límite de que uno genera una sesión para tal fecha y resultó que esa fecha no puede… es esa flexibilidad”, que se hace esencial. A veces, «el límite hay que correrlo».
El Valor de la Comunidad y la Contención
Este voluntariado se apoya en la comunidad, lo que permite a los coaches «aprender mucho también sobre nosotros mismos» (Verónica Pandelo) y gestionar el impacto emocional de los casos más duros.
«Conversar para Transformar» es una invitación a toda la comunidad alumni de Newfield a «revisar sus propios juicios» y a «expandir la práctica del coaching ontológico para que sea lo más inclusiva y poderosa posible».