RAFAEL ECHEVERRÍA
PH.D

Rafael Echeverría –nacido en Santiago de Chile– es un consagrado e influyente sociólogo y doctor en filosofía. Autor de decenas de artículos científicos vinculados al estudio de temáticas laborales en Latinoamérica y de libros relacionados al pensamiento nietzscheano, es ampliamente reconocido por su obra Ontología del Lenguaje (1994, JC Sáez Editor). En esta se cimientan las bases del “coaching ontológico”, disciplina que busca generar un nuevo discurso en torno al fenómeno humano con el objetivo de crear transformaciones significativas en el sentido común.

Actual presidente y socio fundador de la empresa internacional Newfield Consulting –fundada en 1996–, a lo largo de su vida se ha desempeñado como docente de sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC); académico invitado de la Universidad de Stanford; consultor de las Naciones Unidas; asesor del Center for Quality of Managment (CQM) y miembro del Comité de Coordinación Internacional de la Sociaty for Organizational Learning (SOL).

Entre su larga lista de distinciones, resalta el haber sido elegido, en 1995, como miembro de la World Academy of Art and Science (WAAS) –organización científica global no gubernamental que selecciona a sus socios en base a méritos demostrables en ciencias, artes y humanidades–; su nombramiento, en 2010, como Doctor Honoris Causa de la Universidad Siglo 21 (Argentina) y el haber recibido, en 2012, el Reconocimiento de Innovación en Desarrollo Humano del Instituto de Seguridad del Trabajo (IST) de Chile. Digno de mención es también el hecho de haber ejercido, en el año 1968, el cargo de presidente de la Federación de Estudiantes de la PUC.

Estudios superiores

Una vez finalizada la enseñanza escolar, Echeverría se inscribió en la Universidad de Chile para iniciar estudios en economía. Sin embargo, al poco tiempo decidió cambiar el curso de su historia académica para matricularse –durante 1964– en la carrera de Sociología en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde llegaría a resaltar como líder estudiantil y docente.

Vivió la universidad en un periodo de álgido movimiento político. En un contexto de Guerra Fría entre los bloques capitalistas y comunistas a nivel mundial, las casas de estudios superiores chilenas experimentaron procesos de cambios motivados por estudiantes que buscaban mejorar las condiciones sociales del alumnado mediante la llamada Reforma Universitaria.

En ese marco, Echeverría participó–como independiente, pero con ideas ligadas a la izquierda– de las diversas acciones que se llevaron en favor de la Reforma, junto a otros dirigentes como Miguel Ángel Solar, Carlos Montes, Tomás Moulian y Manuel Antonio Garretón.

Su participación estuvo estrechamente ligada a sus cargos, primero, como vicepresidente y presidente del Centro de Estudiantes de Sociología –entre los años 1965 y 1967– y, después, en 1968, como líder de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), uno de los organismos con más influencia a nivel nacional.

Posteriormente, Echeverría estuvo a cargo como subdirector del Departamento de Estadística y Censos de la Consejería Nacional de Promoción Popular (1967-1968); fue investigador del Instituto de Capacitación e Inversión de la Reforma Agraria (ICIRA) (1968-1970) y profesor investigador de jornada completa del Centro de Estudios de la Realidad Nacional (CEREN) la Universidad Católica de Chile, donde dirigió el área de ideología y cultura.

Durante 1972 fue elegido miembro del Honorable Consejo Superior de la PUC en representación de su estamento docente, uno de los cargos más significativos en su casa de estudios. Sin embargo, al llegar el Golpe de Estado en 1973 –y al igual que a una veintena de académicos– fue expulsado de la universidad en el primer decreto firmado por el interventor militar dispuesto por la dictadura.

En ese marco, fue invitado por la Universidad de Standford, California, como académico visitante y, ya encontrándose en los Estados Unidos, obtuvo una beca de la Fundación Ford gracias a la cual pudo realizar un doctorado en la Universidad de Londres.

En febrero 1978, se tituló de Doctor en Filosofía con la tesis “El concepto de Ciencia en Marx”, donde, después de una acuciosa investigación, concluyó que –a pesar de los importantes méritos y aportes para el pensamiento contemporáneo– parte de las postulaciones del filósofo y economista alemán encerraban un fracaso al no cumplir con los requisitos que él mismo había impuesto para conferir a una teoría la validación científica necesaria.

Nace el coaching ontológico

En enero de 1988, Echeverría se mudó a Estados Unidos, invitado a trabajar en las empresas de Fernando Flores, Logonet y Business Design Associates (BDA), donde se desempeñó por casi una década. En 1990, fundó en California –junto a Julio Olalla– la empresa The Newfield Group, destinada a ser uno de los primeros servicios de coaching ontológico a nivel global.

En 1994, publicó Ontología del Lenguaje, libro que posicionó a Echeverría como referente intelectual a nivel global. Esta obra plantea una propuesta pragmática inspirada en la concepción de realidad propuesta inicialmente por Nietzsche y que busca romper con la ontología metafísica occidental y avanzar hacia desarrollar una nueva ontología de carácter que será existencial, hermenéutica y lingüística.

Para Echeverría, la ontología –la concepción, muchas veces subyacente, que poseen los seres humanos sobre el carácter de la realidad– requiere transformarse no solo a nivel filosófico y académico, sino que debe producir un cambio fundamental de nuestro sentido común, pues éste está todavía atrapado en una ontología metafísica, que se inicia 2.500 años atrás, con Parménides y se consolida con la filosofía de Sócrates, Platón y Aristóteles.

Las fuentes de su pensamiento provienen, en especial, de Friedrich Nietzsche; de la filosofía existencial de Martin Heidegger; de la hermenéutica de Hans-Georg Gadamer; del deconstruccionismo de Jacques Derrida; de la filosofía del lenguaje de Ludwig Wittgenstein y de John L. Austin y el pragmatismo filosófico anglosajón, así como de los desarrollos de las ciencias biológicas y el enfoque sistémico.

En 1997, Echeverría y Olalla disolvieron su unión comercial, pero nació una nueva compañía: Newfield Consulting. Esta fue fundada entre Echeverría y Alicia Pizarro, educadora chileno-venezolana, con quien Echeverría contrajo matrimonio en 2006. El giro dado en esta alianza laboral volcó el trabajo sus a tres campos de consultoría: las empresas privadas, las organizaciones públicas y las instituciones educacionales.